Frente a mí, tenía un estudiante que estaba comenzando a quedarse dormido…

Pude ver que sus ojos se cerraban lentamente, y que ni siquiera su celular lo mantenía despierto. 

Entonces, tuve un flashback. 

Ese estudiante era yo, sentado en una de las filas traseras, casi quedándome dormido, no porque hubiera dormido mal la noche anterior, sino porque la clase era aburrida. Siempre he sido de las personas que se mueven todo el tiempo , por lo que era muy difícil para mí quedarme quieto escuchando.

De vuelta en mi clase, me di cuenta de que ahora soy yo el que está dando una clase aburrida y estática. 

Y no estaba dispuesto a dejar que eso pasara. 

Lo que me costaba entender era por qué a mis estudiantes no les apasionaba tanto como a mi el revenue management… Había sido consultor durante 5 años y sabía lo interesante y divertido que era trabajar con estos temas en empresas. 

El revenue management siempre está en movimiento. Siempre se van probando configuraciones nuevas y es MUY dinámico.

Era justamente esa dinámica lo que no estaba mostrando. No era de extrañar que mis estudiantes pensaran que el ramo no era divertido. ¡No estaba ni cerca de mostrarles cómo el revenue management funcionaba en el mundo real!  Sólo hablaba de ello, mostrando un montón de fórmulas aquí y allá. 

Comencé a abordar este problema con un juego de cartas análogo creado por el profesor Kaylan Talluri. Todos se divirtieron mucho y pudieron ver el revenue management en acción, pero requería mucha ayuda del ayudante del curso y a veces podía ser un poco lento. 

Tenía la sensación de que podría ser una experiencia mucho mejor en un entorno digital en el que los resultados se pudieran ver en una pantalla y se pudieran discutir en tiempo real con los estudiantes en una sola clase (porque, sí, hay mucho contenido en un curso como ese, por lo que tampoco podía dedicarle demasiado tiempo a un solo tema).

Comencé el diseño del simulador junto a un colega, usando fondos de innovación de la universidad. 

Meses más tarde, en un viaje a un congreso de Revenue Management, mostramos el juego. 

¡Todo el mundo estaba fascinado con la dinámica!, cuando de repente vino la pregunta mágica: ¿Cuánto cuesta por estudiante? 

Fue entonces cuando decidimos hacer un negocio con esto. Así los estudiantes de todo el mundo podrían experimentar cómo funcionan realmente los conceptos complejos que no son fáciles de imaginar desde una sala de clases universitaria. Donde también es posible ver qué conceptos les resulta más difícil entender y sobre todo: analizar todos juntos las estrategias ganadoras y las perdedoras, logrando dilucidar los efectos de un proceso complejo.  

Con todo lo que pasó con el COVID-19, creo que hoy más que nunca, las simulaciones son una de las herramientas más poderosas en el aula. No sólo generan un ambiente divertido en torno a un tema complejo, sino que sirven de laboratorio digital para los managers de la próxima generación.

By: Felipe Walker – CEO GameLab Education